lunes, 31 de julio de 2017




Por siempre estaré en deuda con mi abuelo, aquel que me enseño las virtudes de una buena charla, una apasionada lectura, la historia, la literatura, la buena música, el arte sacro y profano. La Mitología Griega y la Mesoamericana

Así es que, espero que esta muestra y el programa de TV , refleje una semblanza de lo que vamos creando a través de cuatro generaciones de artistas en la Familia Cantú

Adolfo Cantú
Verano del 2017




jueves, 27 de julio de 2017




Grabación del programa Cantú X Cantú
Para la televisión Educativa SEP

Verano del 2017-07-27

Colección de Arte Cantú Y de Teresa


Adolfo Cantú Elizarrarás, artista, pintor, escultor, músico, publicista, coleccionista de arte y conferencista. Nació el 8 septiembre de 1958 en la Ciudad de Monterrey, Nuevo León hijo de Federico Cantú Fabila y de Elsa Elizarrarás Beltrán. Es nieto y albacea de Federico Cantú Garza. 

La convivencia con sus dos abuelos pintores Luz Fabila 1905-1984 y Federico Cantú 1907-1989 lo inclinaron dentro del camino de las Bellas Artes. A través de la línea materna desciende de la línea dinástica de Don Miguel Hidalgo y Costilla, estirpe de libres pensadores que le han heredado el espíritu libre.

Adolfo es un gran comunicador y experto en crear una nueva visión de la publicidad de México para el mundo. Ha fundado numerosas empresas, de producción para comerciales, castings, locaciones, escenografías, dirección de arte y producción para la publicidad. En cine ha trabajado con Pedro Torres.
Con su esposa María Elena de Teresa Pla ha creado la Colección de Arte Cantú y de Teresa que cuenta con Arte de la Escuela Mexicana de Pintura: Diego Rivera, Federico Cantú, Luz Fabila, Ortiz Monasterio, Gloria Calero, Guerrero Galván entre otros; Gráfica de Posada, del Taller de la Gráfica Popular. Su acervo cuenta con más de 6.500 piezas, con obras de diferentes épocas, entre las que destacan Escuela Mexicana Virreinal, Grafica Italiana del siglo XVII, de la Escuela de París
 Entre los objetivos de la Fundación encontramos el fomento del conocimiento de las Escuelas de París, Nueva York y Mexicana de pintura. Entre sus contribuciones recientes está el rescate de la Carpeta Dorian, desaparecida por más de 80 años, una invaluable colección de dibujos y bocetos de su abuelo Federico Cantú que se mantuvo oculta, posiblemente en París. 

Adolfo Cantú, es el hilo conductor de esta exposición, es el albacea de su abuelo Federico Cantú Garza y a él se debe la difusión de la obra actualmente es el Vicepresidente de la Asociación de Maestros y Amigos del Salón de la Plástica Mexicana A.C.














Para la televisión Educativa SEP

Verano del 2017-07-27


Colección de Arte Cantú Y de Teresa

domingo, 9 de julio de 2017

Federico Cantú 1907-1989
Proyecto Mural Patrimoine IMSS Centro Medico Siglo XXI
Estarcido 1962
CYDT
Las enseñanzas de Quetzalcóatl quedaron recogidas en ciertos documentos llamados Huehuetlahtolli (‘antiguas palabras’), transmitidos por tradición oral y puestos por escrito por los primeros cronistas españoles. Se han publicado traducciones parciales de los mismos.
Debido a que consideraban que todo el Universo tiene una naturaleza dual o polar, los toltecas creían que el Ser Supremo tiene una doble condición. Por un lado crea el mundo y por el otro lo destruye. La función destructora de Quetzalcóatl recibió el nombre de Tezcatlipoca, “espejo negro que humea”, cuya etimología es la siguiente: Tezcatl, “espejo”, tliltic, “negro”, Poca, “humo”. Los informantes del padre Motolinía describieron a esta deidad del siguiente modo: «Tezcatlipoca era el que sabía todos los pensamientos y estaba en todo lugar y conocía los corazones; por eso le llamaban Moyocoya (ni), que quiere decir que es Todopoderoso o que hace todas las cosas; y no le sabían pintar sino como aire.» (Garibay, Á. M.: Teogonía e Historia de los Mexicanos)
Con un fin didáctico, el mito acentuaba la contradicción entre Quetzalcóatl y Tezcatlipoca. Sin embargo, su identidad esencial queda establecida en los códices y otros testimonios gráficos, donde ambas deidades comparten los mismos atributos.


Los huehuetlatolli o huehuetlahtolli (significa en náhuatlLos dichos de los antiguos) consistían en extensos libros, que en forma de relato, describían las normas de conducta, la visión moral, las celebraciones y las creencias del pueblo de los Nahuas  El objetivo era el de introducir a los jóvenes a la religión y a las costumbres del pueblo Nahuas. Fueron recopilados después de la conquista por fray Andrés de Olmos (una parte de ellos fue incluido en su Arte ) y Bernardino de Sahagún (Libro VI)  Parte de los manuscritos de Sahagún, en la actualidad, se conservan en la Biblioteca Nacional de México.



In the era following the 16th-century Spanish conquest of the Aztec Empire, a number of sources were written that conflate Quetzalcoatl with Ce Acatl Topiltzin, a ruler of the mythico-historic city of Tollan. It is a matter of much debate among historians to which degree, or whether at all, these narratives about this legendary Toltec ruler describe historical events.[7] Furthermore, early Spanish sources written by clerics tend to identify the god-ruler Quetzalcoatl of these narratives with either Hernán Cortés or Thomas the Apostle—an identification which is also a source of diversity of opinions about the nature of Quetzalcoatl. 
Among the Aztecs, whose beliefs are the best-documented in the historical sources, Quetzalcoatl was related to gods of the wind, of the planet Venus, of the dawn, of merchants and of arts, crafts and knowledge. He was also the patron god of the Aztec priesthood, of learning and knowledge. Quetzalcoatl was one of several important gods in the Aztec pantheon, along with the gods Tlaloc, Tezcatlipoca and Huitzilopochtli. Two other gods represented by the planet Venus are Quetzalcoatl's ally Tlaloc who is the god of rain, and Quetzalcoatl's twin and psychopomp, who is named Xolotl.